
Con un tono marcial y amenazante, Wayne Ivey, el sheriff del condado de Brevard, en Florida, agarró el micrófono para comunicar a los residentes del Estado lo que podía sucederles si se suman a las protestas contra el Gobierno convocadas para este sábado. El jefe de la policía fue tajante al informar de que no solo piensan enviar a la cárcel a los manifestantes violentos, sino que no dudarán en acabar con su vida. “Si lanzas un ladrillo, una bomba incendiaria o apuntas con un arma a uno de nuestros agentes, notificaremos a tu familia dónde pueden recoger tus restos. Porque te vamos a matar. Muerto y enterrado. No vamos a jugar con esto. Esto tiene que parar”, dijo este jueves en una conferencia de prensa.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Argentina: el periódico global en EL PAÍS Publicado para Argentina