
Las farolas, los neones o los leds de los escaparates están confundiendo a las plantas: en las ciudades, la primavera llega varios días antes que en el campo y el otoño se retrasa también casi dos semanas. Una investigación publicada en la revista científica Nature Cities muestra cómo la contaminación lumínica actúa como el Sol, acelerando procesos fundamentales de la fenología de las plantas, como la brotación y caída de las hojas. Los investigadores creen que las luces de la ciudad están alterando la vida vegetal con consecuencias aún por determinar.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia