
El Reino Unido ha abierto sigilosamente una puerta que permanecía cerrada desde 2008, según diversos análisis militares replicados por los medios británicos. La base militar de la Royal Air Force —en la localidad de Lakenheath, dos horas al norte de Londres— ha comenzado, según estas informaciones, a recibir de nuevo armamento atómico procedente de Estados Unidos. Esta es una clara señal de que el equilibrio geopolítico ha vuelto a cambiar, y de que la OTAN está dispuesta a responder ante las amenazas de Rusia con su propia exhibición de poder nuclear.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Chile: El periódico global en EL PAÍS Publicado para Chile