
“No estamos cansados ni fracasados, estamos pausados”. Esa es la nueva consigna con la que da a su fin la huelga de los docentes y el plantón en el Zócalo en el que han vivido los maestros 24 días bajo las inclemencias meteorológicas. Demasiado tiempo sin conseguir el objetivo último por el que se movilizaban, la abrogación de la Ley del ISSSTE de Calderón, que dejó las pensiones de jubilación en unos umbrales lejos de la dignidad laboral. Los maestros regresan a sus Estados con la advertencia de que se organizarán con unidad en nuevas formas de lucha, entre las que han citado un seguimiento continuo a Claudia Sheinbaum allá donde se mueva, lo que ha tenido su primera consecuencia: la presidenta ha suspendido su viaje a Guerrero para evitar las “provocaciones”. Los manifestantes han evidenciado su decepción con la 4T, movimiento con el que tradicionalmente venían caminando, al que han acusado de tener ”continuidad, sí, pero con el neoliberalismo”, han dicho algunos de los representantes sindicales. “Regresaremos con mayor fuerza”.
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