
Cuando Nader al Farrani sostiene la mano flácida de su sobrino Azeddine, de 17 años, no solo reza por un milagro. También teme el próximo movimiento del ejército israelí. Azeddine está en coma desde que un misil impactó en una tienda de campaña cerca del refugio de su familia, desplazada en la zona de Al Mawasi durante el Eid el Adha o fiesta del cordero, a principios de este mes. Es uno de los muchos pacientes que luchan por su vida en el Complejo Médico Nasser, el hospital más grande que sigue en funcionamiento en el sur de Gaza y que ahora se encuentra al borde del cierre.
Nuestra fuente:Feed MRSS-S Noticias Publicado para Latino America