
Sonríe el presente a Marcel Granollers y su socio, Horacio Zeballos, coronados por fin en un gran escenario después de seis intentonas por parte del tenista español, la cuarta de la mano del argentino. Brincan y chocan el pecho los dos en el distinguido marco de la Chatrier, después de imponerse por 6-0, 6-7(5) y 7-5 (tras 2h 22m) a la dupla británica formada por Joe Salisbury y Neil Skupski. Redondea el barcelonés, pues, un expediente extraordinario, con títulos de todos los colores —250, 500, miles y el maestro, además de la Copa Davis— y uno tan representativo como el de París. No acertó a hacerlo en 2014, entonces aliado con Marc López, pero sí lo festeja ahora, a los 39 años y cuando la noche ya abraza con fuerza la ciudad. Se cierra un círculo.
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