
En febrero fue el jugador más veterano en disputar una Copa del Rey de baloncesto; la semana pasada se coronó como el hombre de más edad en recibir el premio MVP al mejor de la temporada en la ACB; y este pasado miércoles, al derrotar su equipo, La Laguna Tenerife, al Joventut (pese a que él no jugó por lesión), escribió otra página de la enciclopedia al convertirse en el baloncestita más longevo en alcanzar unas semifinales de la Liga. Los récords van cayendo con la misma cadencia con que Marcelinho Huertas bota el balón a los 42 años recién cumplidos. El base brasileño, con una temporada más de contrato, tiene ante sí el olimpo de los eternos de la ACB: Darryl Middleton jugó con 44 años, 9 meses y 22 días, líder de un quinteto que completan Albert Oliver (43-11-10), Mike Higgins (43-1-7), Joan Creus (42-4-21) y André Turner (42-2-1).
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