Las redadas en Los Ángeles del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) cambiaron el ritmo de una ciudad que durante años fue reconocida como santuario para las personas que no contaban con permisos de residencia o ciudadanía. Durante las últimas jornadas en California se registran al menos 61 mexicanos detenidos. La relación tan estrecha entre la migración y la historia de la ciudad provocó la salida de cientos de personas a las calles para defender a los migrantes y una respuesta militar desde el Gobierno de Donald Trump.
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