
Cuando se acerca el verano austral (en diciembre), miles de millones de polillas bogong (Agrotis infusa) dejan los prados del sudeste de Australia. Procedentes de diversas regiones de la enorme isla continente vuelan durante varias noches (son nocturnas) hasta unas cuantas cuevas de las Montañas Nevadas (Snowy mountains) a más de mil kilómetros huyendo del calor. Tras pasar el estío en letargo, regresan adonde nacieron para aparearse y morir. Lo que hace extraordinaria esta doble migración es que los lepidópteros eclosionaron esa misma primavera, por lo que nunca habían hecho el viaje antes. Una investigación publicada en Nature, la principal revista científica, muestra cómo usan las estrellas para guiarse en la noche.
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