
El ataque militar al frente Rodrigo Cadete en el Caquetá, este viernes, marca un choque frontal entre una disidencia de las extintas FARC que ha coqueteado con negociar la paz y un Gobierno que le apostó a lograr acuerdos con todos los grupos armados. El llamado “Estado Mayor de Bloques y Frente” (EMBF), que lidera Calarcá Córdoba y al que pertenece ese frente, enfrenta una ofensiva de otra disidencia, la que maneja alias Iván Mordisco, en una situación que promete disparar la violencia en la Amazonía colombiana. En los últimos meses el Estado ha chocado especialmente con Mordisco, pero el reciente operativo muestra que combate a los dos lados, que tienen entonces una presión mayor por ganar la guerra entre ilegales para enfrentar al Ejército. Todo ello promete convertirse en otro capítulo de la conversión de la paz total que buscaba el Gobierno a una guerra total.
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