
La resaca postelectoral le pega a la cúpula de Morena, el partido gobernante. Los morenistas han iniciado, fuera de casa, la búsqueda de culpables tras el resultado de las elecciones judiciales, que apenas alcanzaron una participación del 13%, así como de los comicios celebrados en Veracruz y Durango, que también representaron un cierto descalabro para el partido. Lejos quedan ya los discursos triunfalistas de la presidenta, Claudia Sheinbaum, aquella noche, y de la dirigencia del partido, a cargo de Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán, presidenta y secretario de Organización.
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