
Daniel Ortega y Rosario Murillo presidieron la noche del sábado 19 de julio el 46° aniversario de la Revolución Sandinista en la Plaza la Fe, en Managua, en una de las celebraciones con más tinte foráneo de la que se tenga memoria. A falta de invitados internacionales de peso, incluyendo las ausencias notables de los jefes de Estado de Cuba y Venezuela, el caudillo sandinista ocupó su discurso para elogiar a China y Rusia, mientras abogó por la desaparición de Naciones Unidas y cargó con virulencia contra Europa. En su alocución, de 81 minutos, Ortega ordenó redoblar la “vigilancia revolucionaria” para “capturar y procesar a los vendepatrias” en los barrios del país centroamericano.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Chile: El periódico global en EL PAÍS Publicado para Chile