
Desde el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, el presidente Gustavo Petro se dirigió este domingo al Legislativo, en la instalación del último período del Congreso de la República, durante casi tres horas. No tomó un solo sorbo de agua. El mandatario presentó un extenso balance de lo que, a su juicio, son los logros de su Gobierno. Con una bancada progresista sentada a su izquierda y una oposición visiblemente molesta por sus afirmaciones, retomó las banderas que lo caracterizaron en su época como senador: sus denuncias al paramilitarismo, los falsos positivos, las masacres, las chuzadas o interceptaciones ilegales del Estado. “Ya no debaten sobre si habría que masacrar a los jóvenes. Ahora debatimos sobre los problemas del pueblo, y eso sí se llama democracia”, afirmó.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Argentina: el periódico global en EL PAÍS Publicado para Argentina