
La semana pasada, dos de los hombres más poderosos del mundo escenificaron una enorme pelea en redes. Decidimos observar el numerito, porque la alternativa ―asumir que estamos en manos de seres salvajes― es descorazonadora. Enseguida Musk hizo como si se arrepintiera de lo ocurrido con Trump y nosotros, también, seguimos adelante. La ira del poder es una parte más del espectáculo hiperrealista de las redes sociales: sacas el móvil del bolso en el autobús y tienes un mensaje nuevo de tu pareja, los niños mueren en Gaza, en Wallapop la mesa que sigues ha bajado de precio y un tipo con el botón nuclear ha perdido los nervios, infartando a medios y mercados globales.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia