
Una de las secuelas de que en Colombia el fútbol sea un delirio colectivo es que, ante situaciones binarias como las que hoy abundan (bueno/malo; luz/oscuridad; me gusta/no me gusta) y que hoy tienen su epítome con el anuncio de la decisión de la jueza del caso Uribe Vélez, el país queda como atontado. Igual que en esas extrañas parálisis nacionales que se viven los días y horas en que Colombia juega un partido en los cuadrangulares de un mundial de fútbol.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición Chile: El periódico global en EL PAÍS Publicado para Chile