
Con el incesante ruido de fondo por las manifestaciones contra las redadas de migrantes en California, Claudia Sheinbaum y Donald Trump se verán las caras por primera vez. Pero lo harán en territorio neutral y ese no es solo un detalle. La reunión del G7 que comienza este lunes en Canadá ha ofrecido a la presidenta mexicana una oportunidad para reunirse con el republicano en un espacio con el guion más controlado, donde podrá conducir mejor su propia agenda y enviar mensajes globales para oídos particulares. Canadá es también socio del tratado comercial de América del Norte, lo que permite mover el timón hacia asuntos comunes de la región, en lugar de abordarlos de forma bilateral, algo que a México no le conviene en absoluto. Así que, “Sheinbaum ha hecho bien en aprovechar esta invitación al foro de las principales economías del mundo”, dice Guadalupe González, investigadora del Colegio de México. “Será un momento interesante, inédito”, añade.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición México: el periódico global en EL PAÍS Publicado para México