
Las palabras de Ricardo Monreal, líder morenista en la Cámara de Diputados, calificando los ataques políticos a Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente mexicano, como “violencia vicaria”, han causado asombro y críticas en el ámbito público. Monreal compara los embates que sufre López Beltrán como secretario de Organización de Morena, con la violencia que se ejerce contra niños y niñas cuando se quiere hacer daño a sus madres, una expresión con la que el feminismo ha evidenciado una de las formas más atroces de causar daño a las mujeres. Nada que ver con un señor que ocupa un cargo en un partido, ni con su padre, ambos varones, adultos y con prestigio y reconocimiento. Su caso se encuadraría, más bien, en la pelea política habitual en cualquier país del mundo, de ahí las críticas que ha recibido la opinión publicada por el político morenista.
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