El rifirrafe diario entre Estados Unidos y México deja esta jornada un nuevo capítulo a cuenta de las drogas y la seguridad, materia sensible entre ambos países fronterizos. En la firma de una ley que endurece las penas por el tráfico de fentanilo, el presidente Donald Trump ha dejado declaraciones hirientes respecto del “fuerte control” que tienen los carteles sobre México y lo “petrificadas” que están las autoridades de este país ante esa realidad, ha dicho, intentado “ser amable”. La respuesta inmediata de Claudia Sheinbaum, “sin querer entrar en conflictos con Estados Unidos”, ha tenido un tono de cierto hartazgo: “Se ha trabajado mucho en la caída de homicidios, en la incautación de drogas, en la frontera norte y se ha reducido un 50% el paso del fentanilo por la frontera”. La presidenta mexicana repite una y otra vez los logros de su gobierno en estos rubros, quizá los más fructíferos en lo que lleva de mandato, por lo que ha recordado a Trump que su problema es otro, la mucha adición de la población estadounidense a las drogas sin que existan campañas para combatirlas.
Nuestra fuente:EL PAÍS Edición México: el periódico global en EL PAÍS Publicado para México