
Un hombre reza con un guante de cuero cubriendo su mano derecha. La imagen que da la bienvenida a la gran exposición que el Macba dedica a Carlos Motta, condensa una tensión fundamental en su obra: el legado opresivo de la religión como norma cultural y la insubordinación y la herejía como formas de disidencia. Es también el umbral hacia los submundos gais en los que ha transitado su trayectoria, marcada por más de dos décadas de mirada implacable al legado colonial y a la moral sexual impuesta por la Iglesia.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia