
“Desde las seis de la mañana hasta las 11, intento darle el pecho. Pero no se sacia, llora durante horas de hambre, y yo lloro con él. Lloro porque no tengo nada que darle”. Hadeel Abu Ghali, madre de un recién nacido prematuro de 2,3 kilos, relata la angustia diaria de intentar alimentar a su hijo sin éxito en Gaza. El bloqueo que Israel impuso sobre la Franja el pasado 2 de marzo ha hecho casi imposible desde entonces conseguir suministros humanitarios básicos, que entran a cuentagotas y no cubren las necesidades de los más de dos millones de habitantes, especialmente en el norte de la Franja, donde la situación es aún más desesperada. Pero aunque la escasez de alimentos afecta a toda la población, golpea con especial dureza a los recién nacidos, para los que desde hace semanas se ha vuelto casi imposible encontrar leche de fórmula.
Nuestra fuente:Feed MRSS-S Noticias Publicado para Latino America