
Zaporiyia es una de las capitales de provincia ucranias más próximas al territorio ocupado por Rusia. Tan solo 23 kilómetros separan la ciudad del frente de guerra y esto la hace especialmente vulnerable. La aviación del invasor puede lanzar sus bombas FAB-500, un armamento que causa una enorme destrucción, desde zona aérea segura y más cercana al objetivo. Así ha sucedido en la noche del 28 de julio, cuando ocho bombas aéreas han impactado en Zaporiyia y sus aledaños. Cuatro de estas bombas han destruido una prisión, provocando la muerte de por lo menos 17 reclusos y más de 40 heridos.
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