
María Antonieta, la última reina de Francia antes de la Revolución Francesa, tenía una fascinación especial por las piedras preciosas. Su colección estaba repleta de perlas, diamantes y gemas de colores de todo el mundo, piezas que mostraban no solo su enorme riqueza, sino también la excelencia artística de la época. Pero justo antes de su intento de fuga de París a Varennes, en 1791, la esposa de Luis XVI reunió sus joyas más preciadas y las confió a su peluquero, con la esperanza de recuperarlas algún día. No volvió a saber de ellas. Una de esas valiosas piedras, un elegante diamante rosa púrpura de 10,38 quilates, se ha vendido 234 años después en forma de anillo por 13,98 millones de dólares (12,19 millones de euros, al cambio actual), alcanzando así un nuevo récord mundial en subasta para una joya.
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