
“Mallorca es la pionera de la literatura sobre urbanismo salvaje”. La destrucción del safareig (una balsa de piedra donde se lavaba la ropa en la Mallorca rural) de los abuelos de Pau Vadell (Santanyí, 1984) para construir una rotonda fue el trauma nostálgico que inspiró Uralita (LaBreu, 2025) el último poemario, en catalán, del poeta. / “Sigui com sigui, tot s’acaba amb un esclat”/ (sea como sea, todo termina con una explosión). El balconing es precisamente uno de los ejes del libro. “Los escritores tienen que visionar y mostrar lo que está pasando y lo que vendrá. Yo tengo 40 años y en los últimos 20 en Mallorca he vivido en carne propia un gran cambio”, explica Vadell sobre la gran mutación de la isla de los récords turísticos . Coincide Llucia Ramis (Palma, 1977), autora de Las Posesiones (Libros de Asteroide, 2017), novela que su versión en catalán ganó el Premi Llibres Anagrama de Novela y donde su protagonista regresa por un asunto familiar a su isla natal y acaba transitando por una Mallorca donde convergen todas las angustias, también la urbanística, que amenaza con arrebatar las possessions (casas, en catalán) de la infancia. “Tengo la sensación de extinción, de que no estamos haciendo lo suficiente, y que lo único que podemos hacer es explicarlo a través de la escritura. Por eso digo que Mallorca acabará siendo literatura”, dice Ramis.
Nuestra fuente:EL PAÍS América Colombia: el periódico global… en EL PAÍS Publicado para Colombia