Vitinha regresó a Fröttmaning para poner orden en Portugal. El Karajan del fútbol contemporáneo, el hombre que el sábado pasado levantó la Champions en el campo de las afueras de Múnich, volvió tres días después a pisar la misma hierba en la semifinal de la Nations League que enfrentó a su país contra Alemania. Entró en la segunda mitad, con 1-0 en contra, y en tándem con Bernardo Silva y Conceição llevaron a Alemania al despeñadero. El equipo de Nagelsmann no perdía desde que cayó contra España en los cuartos de final de la Eurocopa de 2024. Ayer se le acabó la racha sin que a nadie le pareciera extraño. Hacía 40 años que Portugal no se imponía a Alemania en su casa.
Deportes en EL PAÍS