
El colmo de ser explotado mientras se trabaja en el campo, se duerme en habitaciones con colchones tirados en el suelo o se comparten un solo baño con 23 personas, es tener que pagar por ello. Por ejemplo, 100 euros mensuales por el empleo y otros siete euros al día para que te lleven hasta el trabajo. Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha desmantelado una organización criminal que se había asentado en la provincia de Zaragoza y que se aprovechaba de la vulnerabilidad de migrantes de Nepal, Pakistán en India para explotarles y encima quedarse con una parte de su ya precario salario. Los agentes han liberado a 45 personas que eran explotadas en fincas de Aragón, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Extremadura.
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